El segundo aspecto es la enseñanza

En este contexto, la enseñanza no se limita únicamente al aprendizaje de nueva información; aunque ciertamente lo incluye, va más allá. Su esencia radica en la formación integral. Implica la creación de una estructura de pensamiento renovada y una comprensión profundamente renovada.

También constituye un proceso que brinda organización, permitiendo la asimilación madura de conceptos. Esto marca la distinción crucial entre simplemente escuchar y estudiar, frente a conocer, comprender y evolucionar. Este espectro de desarrollo resulta fundamental.

Precisamente, en este contexto, la enseñanza adopta una dimensión formativa. Es una fase en la cual uno es moldeado dentro de un marco con una estructura innovadora, adquiriendo una nueva percepción tanto de sí mismo como del entorno que lo rodea. Esto emerge de la fase inicial, la activación, en la cual uno toma conciencia, despierta, se torna receptivo y se predispone a una nueva forma de autoentendimiento y comprensión del mundo que le rodea.